Sesiones personales
En todo mi camino de vida, desde pequeño, mi gran interrogante; ¿dónde está y quién es Dios?
Mi camino no empezó en esta vida
Empezó el día que estuve muerto. Salí de mi cuerpo. Lo vi todo. Comprendí el origen del sufrimiento… y elegí quedarme. No para sobrevivir. No para triunfar en lo humano. Sino para descifrar lo invisible: lo que nos enferma, lo que nos repite, lo que nos apaga. Y para descubrir cómo se sana, cómo se cura, cómo se vuelve a nacer. Desde ese momento, hace más de 27 años, decidí consagrar cada día de mi vida a ese camino. A caminarlo, enseñarlo y encarnarlo. No como un terapeuta. Sino como un iniciado.